Otro día preparé cupcakes de caipirinha para Marco y Ricardo, compañeros de trabajo que seguramente ya me habéis oído hablar sobre ellos en ocasiones anteriores, y resulta que me sobró merengue de caipirinha. Con todo aquel merengue en la manga pastelera pienso: "¿Y ahora qué hago? ¿Montañitas y las meto en el horno para que se endurezca? ¿Lo guardo en la nevera, mientras lo decido? Vale, Raquel."
Al abrir la nevera veo que tenía un paquete de masa quebrada y en la puerta de la nevera había leche condensada. Y ahí con el merengue en la mano... Me giro, miro a la frutera, y veo que todavía me quedaban 4 limas... ¡Ya está! Ya lo tengo: ¡una tarta de lima!
Tarta de lima con merengue de caipirinha
Ingredientes:
- 1 paquete de masa quebrada, comprada lista (también la podéis hacer preparando esta receta de masa pasta flora).
- 395 gr de leche condensada (una lata de las pequeñas)
- 100 ml de nata para montar
- zumo de 4 limas
- 6 láminas de gelatina incolora
Preparación:
Precalentar el horno a 200º, forrar un molde desmontable (24 cm) con la masa quebrada. Con la ayuda de un tenedor, la pinchamos, la llevamos al horno durante 15 minutos o hasta que esté doradita. La dejamos reservada enfriándose.
Ponemos las hojas de gelatina para hidratar en un poco de agua fría. Las reservamos.
En un recipiente, mezclamos la leche condensada con el zumo de lima. Veréis que pasada! La leche condensada se "corta", pero no es como la leche normal cortada, se queda muy espesa, más de lo que ya es!
Calentamos la nata, no hace falta que llegue a hervir, sólo que esté caliente lo suficiente para derritir las hojas de gelatina que escurriremos del agua fría y las agregaremos a la nata. Una vez disuelta las hojas de gelatina, juntamos la nata con la leche condesada cortada y removemos suavemente la mezcla hasta que la nata esté incorporada.
Llenamos el molde que tiene la base de la tarta y lo llevamos a la nevera por al menos 2 horas para que la gelatina cuaje. Cuando ya haya pasado el tiempo mínimo, las 2 horitas, preparamos el merengue de caipirinha, lo metemos en la manga pastelera y decoramos la tarta.
"Pero yo no tengo manga pastelera, Raquel!" Tranquil@s, coges una bolsa plástica de las de congelar la llenas con el merengue y con una tijera, cortas una de las puntas de fondo de la bolsa. Ya está, a decorar!
"Pero yo no tengo bolsas plásticas de congelar, Raqueeel!" Vaaaale, pones el merengue encima de la tarta y vas haciendo movimientos con el dorso de la cuchara para que te quede el merengue con puntitas. ¿Ya está?
Sigo.
El efecto gratinado lo he conseguido con un soplete, pero también os quedará bien si se pone la tarta para gratinar unos pocos minuto en el horno. Pero ¡OJO! sólo se debe poner la tarta para gratinar cuando el gratinador ya está a tope! Además, será por pocos minutos, muy pocos. Si no os queréis arriesgar a gratinarla en el horno, ni tenéis un soplete, no pasa nada! ¡Dejad la tarta con el merengue blanquito que también os quedará muy bonita y seguro que muy rica!
¡Es una tarta muuuuy fresca, deliciosa y más fácil de hacer de lo que parece leyendo la receta!
'Beijinhos'
Raquel
Hola Raquel!!!! la tarta te ha quedado espectacular. Me encantan estos sabores tan frescos, ahora que viene el buen tiempo pega mucho. El corte se ve genial. Un besazo.
ResponderEliminarOi Raquel! Com certeza eu vou provar de fazer a sua receita pois adoro doces ácidos e que pinta!!! Bjos
ResponderEliminarhuy Raquel que pinta mas rica ya tengo ganas de probar el merengue de caipirña,ummmmm!!!!que rico debe estar,besitos.
ResponderEliminarmmmmm qué buena pinta!! hay q probarla! un besito
ResponderEliminarHola Raquel! una tarta con toque brasileño que buena! cuando harás brigadeiros? o nega maluca? espero conocerte en la expotarta. un saludo
ResponderEliminarSweetagus
Es verdad Magali! Tengo los brigadeiros pendientes! Jajajjaa...
EliminarSeguro que nos vemos por expo tarta!
Beijinhos