Cake pops: ¡me apunto!

Después de los cupcakes, siento, noto, huelo en el aire la fiebre de los Cake pops en España. Están por todos los lados... Blogs, revistas y empiezan a llegar a las fiestas... Resulta que me he contagiado, he decidido adherir a la moda y he probado hacerlos por primera vez.

El enchufe se ha 'colado' en la foto! Ainss...

No he encontrado gran cosa sobre la historia de los cake pops, pero lo cierto es que no se puede hablar de los cake pops sin hablar de Bakerella, la bloguera americana que trajo a la luz estas divertidas piruletas de bizcocho.

Para hacerlas podemos preparar un bizcocho con esta finalidad, puedes aprovechar trocitos de bizcocho que cortas de una tarta cuando la vas a decorar... Hasta puedes comprar un bizcocho hecho (como última opción, please...).

Para los 15 cake pops que hice, utilicé media receta del Pastel de chocolate más fácil de Brasil.

Primero, desmigajamos el bizcocho.

Después, le añadimos unas cucharadas de leche condensada (se puede hacer con queso tipo philadelphia, buttercream, crema pastelera, mermelada... vamos, algo para ligar). ¿La cantidad? Lo vamos echando poco a poco, cucharada a cucharada, hasta que nos permita hacer bolitas.

Lo siento por las fotos, pero es que no es fácil hacer las fotos con una mano y  cake pops con la otra! jajaja...

Ponemos las bolitas en la nevera un par de horas y, a continuación, mojamos una de la puntas del palillo, pinchamos las bolitas y volvemos a meterlas en la nevera. Esto sirve para pegar los palillos a las bolitas, evitando que luego se caigan (o “se suiciden” como dice Alma, de Objetivo Cupcake Perfecto. jajaja...). Por fin, bañamos cada una de las piruletas en el chocolate y las decoramos.

Estaban chulas, pero se pueden mejorar (y mucho!). Probaré hacerlas bañándolas con el tal del Candy Melts. Lo más impresionante que he encontrado, mientras me “documentaba” para preparar este post ha sido esta maquinilla para hacer cake pops.

Con este chisme las bolitas tienen que salir perfectas, además no haría falta desmigajar, ni añadir nada para ligar el bizcocho. Mi prima Zuleika, que vive en Estados Unidos, me había hablado por teléfono sobre esta maquinilla, pero no la había imaginado así y tampoco es muy cara (unos 25 dólares). Y viene con un libro de recetas! Guaaaaau!!! ( No. no soy comercial de la máquina! Jajajaja...)

Vaaaale... Puede que se pierda una parte de la artesanía en la elaboración de los cake pops, pero sólo una parte, porque seguiremos pinchándolos con el palillo, bañándolos en chocolate, decorándolos a nuestra manera. Aunque, por otro lado si pensáramos así siempre, todavía hornearíamos nuestros pasteles en un horno a leña, sin controlar la temperatura. :-D

Además, creo que al tener las bolitas hechas directamente sin necesidad de ligarlas con buttercream, leche condensada, etc, reducimos unas cuantas calorias de los cake pops.

Mi hijo ya me las ha encargado para su cumpleaños.

Lástima no haberme dado cuenta  antes de que las bolsitas plásticas reflejarían la luz y perjudicarían la calidad de las fotos (siempre con excusas para las fotos!)

Pues nada, supongo que ahora, una vez pop, siempre cake pops!

"Pop-beijinhos!"

Raquel